Safari en Kenia, un viaje que te cambiará la vida

Para que nos pase como a nosotros, he creado un post con mi experiencia haciendo un safari en Kenia.

Os voy a contar nuestra experiencia, vivida en primera persona, de uno de los mejores viajes que podréis hacer en vuestra vida, y el porque somos expertos en viajes a Kenia en Viajes Motu Nui.

Una experiencia que empieza con el trayecto hasta Kenia, que tienes ese gusanillo en el estómago, pero no os voy a engañar, es largo y son horas y horas de viaje, eso si, si vas con la persona adecuada son parte de la aventura y la disfrutarás también.

Viaje hasta empezar el Safari en Kenia

Empieza saliendo de Palencia en coche, y cogiendo un bus a las 00.00 en la estación de Valladolid con destino Barajas, tras tres horas de bus, y una pequeña cabezada, llegamos al aeropuerto, donde a las tres de la mañana aunque no os lo creáis, parece una aeropuerto fantasma, era difícil encontrar una persona allí.

De ahí cogemos un vuelo con destino a Kenia, no antes haciendo escala en Ámsterdam, hasta Ámsterdam vuelo con KLM, y la idea era ir con Air Kenia hasta Nairobi pero una pequeña complicación y sin hablar inglés en la puerta de embarque, llegamos a entender que el avión en el que teníamos que viajar se había averiado y nos cambiaron a otro de KLM.

Sin más percances y con un vuelo tranquilo, llegamos a Kenia ya de noche, sobre las 21:00, (en Kenia hay una diferencia horaria de tan solo una hora más respecto a España) , donde nos recogen y nos llevan al hotel, en este caso fue el Hotel Jacaranda, todo el personal muy amable, te recogen maletas, te las llevan todos a tu disposición, tiene su lógica, allí se llevan las propinas, y esas propinas son la mayor parte de su sueldo. Lo normal de propina que nos recomendaros, que recalco, no es obligatoria es ningún caso, era sobre 100 chelines kenianos, que eso al cambio es menos de un euro, el cambio actual, esta en por cada euro te dan 150 chelines, podéis consultar el cambio actual en este enlace, tipo de cambio.

El problema llega a la hora de la cena, que cuando llegamos al hotel eran pasadas las 23:00, y teniendo pánico a volar, durante el vuelo no me entra nada, tenia un hambre que no veía. Después de arduas negociaciones por el teléfono de la habitación con recepción con nuestro penoso inglés, conseguimos que nos suban una cesta de fruta, y encima de gratis, el que nos la subió se llevo una buena propina y bien merecida.

Comienza la aventura

Dormimos bien, y temprano, como todos los dias que estuvimos de safari en Kenia, nos vienen a buscar nuestro chofer/guía que lo será durante todo el viaje, que habla bastante bien español, Maguku, un crack la verdad, todo un diez con él, hizo que las vacaciones fueran increíbles e inolvidables, y una parte importante fue gracias a él.

Salimos con destino al lago Nakuru, famoso por sus flamencos, pero durante el trayecto, nada mas salir de Nairobi ves animales por todos lados, antílopes y ñuns es increíbles los que puede haber, sacando fotos como locos y con la boca abierta, Maguku se reía, y nos decía que tranquilos que esto no era nada, y que razón tenia.

Durante el trayecto, paramos a ver desde un alto el Valle del Rift, con su caseta de Coca cola en mitad de la nada, que tiene una historia muy chula, este valle atraviesa África, y dentro de cientos de año va ha hacer que África se parta en dos. Os dejo un enlace donde la explica muy bien si queréis saber mas. Valle del Rift la gran fisura.

Al llegar al lago no nos defraudo, parecía un manto rosa, todo lleno de flamencos. Estuvimos el día en torno al lado y viendo muchos rinocerontes, donde pudimos ver las dos especies de rinoceronte que existen, que no es nada fácil, siendo el rinoceronte negro una de las especies mas difíciles de observar, ya que solo quedan en todo el mundo alrededor de 5.000 ejemplares. Para terminar el día nos llevan a un hotel cerca de allí, a descansar y coger energías para el día siguiente.

Cuando nos levantamos, desayuno buffet y a funcionar, dejamos el Lago Nakuru para irnos al lago Naibasa, allí teníamos una excursión navegando por el lago en una barcaza a motor, donde pudimos ver a pocos metros a los hipopótamos, que tienen cara de buenos, pero según nos explicaron, son unos de los animales que mas muertes causan en África, son muy agresivos. Al haber llovido bastante el lago tenia mucha agua, y se había quedado una pequeña isla en el centro, donde nos dejaron bajarnos, allí se habían quedado aisladas unas jirafas que pusimos ver a pocos metros, imaginaros la sensación.

Masai Mara, el rey de los safaris

A la mañana siguiente, vamos en dirección de la reserva del Masai Mara, el plato fuerte de allí. Aquí te van enseñando de menos a más, eso te das cuenta al final del viaje claro. Los desplazamientos son por caminos o carreteras mal asfaltadas, y la verdad que se conduce bastante mal. Viajes con muchos botes, que la cabeza te da en el techo, se pasan muchas horas en el todo terreno para ir de un sitio a otro, os recomiendo que en esos desplazamientos aprovechéis a dormir, además con el traqueteo es como te acunan y no es difícil. Lo que nos conto el guía, que allí no hay autoescuelas, son autodidactas, y los carnet no tiene que hacer examen, pagas una tasa y te lo dan.

En el Masai Mara pasamos dos noches, fue el sitio donde más tiempo estuvimos, y donde tienes que terminar de ver los cinco grandes (león, búfalo, rinoceronte, leopardo y elefante).

Allí tenemos mil anécdotas, como seguimos a una hiena con una pata de antílope, que huía para que no se la quitarían otros animales, o como nos acercamos a una manda de elefantes, y al llegar nos metió un barrito una elefanta como tenía su cría cerca, y el guía salió disparado por si acaso.

Sólo nos dejaban bajan del coche en para ir a hacer pis y en zonas donde la hierba estaría baja y vigilando mucho. De ropa nosotros llevábamos, los típicos pantalones que se desmontan y un polar, porque allí estas en una meseta en altitud y por las mañanas hace frio, pero en cuanto coge fuerza el sol pega bien y te sobra todo.

Otra cosa que llamo mucha la atención, era que los guías eran super respetosos con la sabana, solo iban por los caminos, nunca pisaban la hierba, la hierba es solo para los animales.

Allí en el Masai Mara, pues hicimos la excursión típica, de ir a un poblado a ver como son y como vive la tribu más famosa de Kenia, la verdad que nos pareció aquello, un poco teatrillo y fue lo que menos nos gusto de todo el viaje, muy preparado, y para querer venderte sus artesanías todo el rato. Ojo con los precios de los souvenir en estos poblados, se pasan tres pueblos.

Para comprar recuerdos os paran en mil sitios, y por cualquier camino os asaltan y lanzan al coche, hasta lo tiran dentro para que las compréis, y un vez dentro pues no os queda otra que pagar, eso si es muy barato y la pobre gente se le ve necesitado; mucho regateo y mucha paciencia, y podréis llevar recuerdos súper chulos para tener el recuerdo en el salón de casa y dar envidia a los amigos.

Si lo que menos nos gusto fue visitar el poblado típico, lo que te enamorada de África y de Kenia en particular es la vista de la Sabana en el atardecer, es mágico, si vais será un recuerdo imborrable.

Los hoteles están muy chulos y son cómodos, por lo menos en los que nos alojamos que eran muy similares. Me gusto bastante este último el del Masia Mara, el Masai Mara Sopa Loge. El wifi es de muy mala calidad, y cuando se hace de noche te quedas sin luz y sin wifi porque no llega la luz corriente, es por generadores, pero eso tiene su encanto. Los hoteles tienen una pequeña piscina donde relajarte, pero aunque poco tiempo tienes, cuando estas en el hotel solo quieres descansar.

Los desayunos, comidas y cenas, son buffet, que bastantes variados, y la verdad que la comida esta buena, aunque como todo viene en ingles, alguna vez no sabíamos ni lo que comíamos, pero estaba rico.

Allí es típico que por las noches como bajan mucho las temperaturas, te metan una bolsa de agua caliente dentro de la cama, y las camas todas tienen mosquiteras para que mientras duermas no te piquen.

También deciros que para ir a Kenia, es obligatorio vacunarse de la fiebre amarilla, tendrás que consultar con tu médico donde ponértela, y te dan un pasaporte de vacunación de color amarillo válido para diez años, que tendrás que llevar encima cuando sales de Kenia y quieres volver a otro país.

También es recomendable ponerse tomarse las pastillas contra la malaria, nosotros tomamos el malarone que es el medicamente mas típico; con todos los que hemos hablado que han estado allí es el que han tomado, deciros que es fuertes, que pueden provocar alucinaciones, y no recomienda a las mujeres quedarse embarazadas en los meses siguiente, nosotros las tomamos y nos sentaron un poco regular, dejémoslo ahí.

El último día cuando nos despertamos, desayunamos y con tristeza nos dirigimos hacia Nairobi, dejando atrás la Sabana, y vislumbrando el final de nuestro safari en Kenia.

Al llegar a Nairobi nos se despidió de nosotros el guía, y nos volvió a dejar en el mismo hotel que la primera noche.

Aquí lo típico es dejarle una buena propina si os gusta el trato, nosotros por ejemplo le dejamos 50€. Ya en Nairobi, teníamos posibilidades de quedarnos la tarde en el hotel o hacer alguna actividad, ya que el vuelo lo cogíamos al día siguiente temprano.

Esta es la única cosa de la que me arrepiento, y es no haber ido a cenar al Carnivore, un restaurante típico de allí, la mayoría de los viajeros van y por unas cosas y otros nosotros no fuimos. Todo el mundo que pasa por el, sale encantado, una pena, pero iremos la próxima vez que visitemos Kenia.

Todos las fotos del blog, son tomadas por nosotros durante el viaje.

Y sobre todo, el viaje no hubiera sido lo mismo, sin las amigos que hicimos allí, personas increíbles que después de tantos años, aun seguimos conservando muchas amistades.

Como habéis podido comprobar, un safari en Kenia es viaje muy intenso e irrepetible, si queréis que os ayudemos con vuestra aventura, contactar con nosotros en nuestro correo info@viajesmotunui.com o en el teléfono o whatsapp 633213798.

Seguir nuestros blog para próximas aventuras, como nuestro viaje a Punta Cana, allí no todo es resort, fiesta o alcohol, descúbrelo en nuestro post.